martes, 8 de enero de 2008

Luces Incandecentes

Tus ojos. Los míos. Los de ella. Los de él. Los de aquellos. Los nuestros. Los de todos.


Sonríen. Lloran. Dudan. Comprenden. Aceptan. Niegan. Ven. No ven.
Notas de colores pares en cada uno. Profundos e inalcanzables. Bellos e intocables.
Luces de colores que iluminan el camino. Brillan del este al oeste -y siguen al Sol-.
Despertarse mirándolos es lo que uno desea. Buscar con los nuestros una palabra o sentimiento es lo que se espera. Una mirada amiga en el momento justo. Y una severa para hacernos remendar o repensar.
Entrecruzar sus visiones alivia, tensa o permite el contacto. La verdad o la mentira se reflejan, inevitables.
Déjame verlos, examinarlos, y hallar paz y confianza en ellos, amigo.

No hay comentarios: